martes, 30 de noviembre de 2010

Es tuyo

"¡Es tu propio cuerpo! Deberías poder moverlo como quieras sin que te duela." El problema es que te acostumbras, y sabes que cuando te lastima tal o cual parte, es mejor dejar de usarla. Y entonces se convierte en hábito...  que poco a poco modela tu estilo de vida, y cuando se terminó tu vida, te das cuenta de que nunca hiciste yoga, ni natación, ni salto en paracaídas. Perdón, pero eso, para mí es un desperdicio (incluso si cada quien tiene sus metas, aspiraciones y propósitos en la vida... lo cual sería una bendición, porque habemos quienes no hemos descubierto exactamente cómo vamos con la tarea que se nos encomendó aquí entre venus y marte).

Habiendo una línea tan delgada entre la adaptación y la mediocridad, hay que confiar siempre en nuestra voz interna, en las noches de insomnio, en las corazonadas, las coincidencias y hasta los sueños, para saber cuando ya se nos pasó la mano con la importancia que le damos al día a día y le quitamos a ese tiempo imaginario en nuestras mentes cuando "todo será perfecto".

Por supuesto, que así como funcionan nuestros cuerpos, funciona nuestra mente y nuestro espíritu. Se ejercitan o se atrofian. Asústate. Atrévete. Pregunta. Descubre. Mezcla. Inventa. Aconseja. Escucha. Lee. Corre. Mójate.