domingo, 12 de septiembre de 2010

Menos es menos.

No te engañes: menos es menos. Nunca es más.

Con cierta frecuencia escucho esa frase pseudo inteligente que reza "menos es más". Y más de uno asintimos al escucharla, porque ¡claro! menos es "más". Como si "más", fuera per-se, algo bueno y necesitáramos que alguien nos recuerde que no es necesario tener mucho para conseguirlo.

Pero, realmente, tener menos, nunca es más: siempre es tener menos. Y eso, no es necesariamente malo. Esa sí es una frase que puede confortar en la escasez.

Si los seres humanos tenemos límites, ¿de dónde sale la ambición infinita por acumular posesiones? ¿cuál es el ideal que estamos persiguiendo, y con qué objeto?



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